lunes, 23 de mayo de 2011

Tachenko + Ornamento y Delito (@Sala Rock Kitchen, Madrid)

Tachenko + Ornamento y Delito + Litoral + Cartas desde Moscú
Sala Rock Kitchen, Madrid
19 de mayo del 2011

Diez años no se cumplen todos los días. Para celebrarlo, Limbo Starr reunió el jueves pasado a lo mejor de su catálogo de bandas sobre el escenario de la sala Rock Kitchen. Un concierto un tanto irregular, pero que nos dejó grandes momentos a aquellos que aguantamos hasta la una de la mañana, cuando se cerró el chiringuito.

La velada empezó pronto, a eso de las ocho y media de la tarde. Abrieron Cartas desde Moscú. Se les notó bastante cómodos, quizás porque se sentían apoyados por el público, mayoritariamente joven y femenino. Los presentes corearon y bailaron cada uno de los temas de Tangram, el primer disco del quinteto, que aún no ha salido a la calle. Musicalmente, no tienen un estilo muy definido y no parecía una fiesta para ellos. Temas como Papel couché demuestran que están más cerca de grupos de pop como Melocos que de cualquiera de sus compañeros de sello discográfico. Como dijo Pau Roca: "son jóvenes, aún están a tiempo de dejarlo".


El propio Roca fue quién tomó el relevo, en esta ocasión mostrando su cara más reposada y mediterránea-folkie (si es que este género existe) al frente de Litoral. El guitarrista de La Habitación Roja se presentó con un puñado de melodías amables y optimistas interpretadas en catalán y francés. Un total de seis instrumentistas de lo más variopinto se subieron al escenario para dar forma en directo a los temas de su EP #1.

La verdad que la idea era buena, pero podía haber lucido mucho más si no fuese porque los problemas de sonido se repitieron durante toda la actuación. Además, reconocieron que estaban un poco desubicados. Quizás fuese el aire acondicionado, del que se quejaban, pero la cosa se quedó un poco fría. Dio la sensación de que Un segle de paisatges y el resto del repertorio sonarían mejor en otro contexto.

Justo después la cosa se puso más seria. Si tu grupo se llama Ornamento y delito ya dejas claro que contigo, poca broma. Y si además te presentas con un disco como Rompecabezas de moda y perfección moral bajo el brazo, menos todavía. Esto es música política, en el más amplio sentido de la palabra. Suenan contundentes y llegan a poner los pelos de punta con canciones como Madrid o Extrarradio, que dedicaron al campamento de la Plaza del Sol. Un claro ejemplo de que el futuro del rock no está en los jóvenes, sino en los rudos barbudos.

Y para cerrar el espectáculo, apareció Tachenko, más achispados que de costumbre. Felicitaron a Limbo Starr y pasaron a repasar los temas de su ya penúltimo trabajo, Os reís porque sois jóvenes (Limbo Star, 2010). Hubo que esperar hasta casi los bises para disfrutar de los temas de siempre, los que habíamos venido a escuchar. Entre medias, nos regalaron algún tema de estreno, contenido en su EP Apúntame a mí primero (Limbo Starr, 2011). Yo no quiero sonar moderno o El Alud se presentan bien en directo, aunque cumplieron la norma del propio Vinadé de que "a los grupos nos encanta presentar canciones nuevas, pero al público no le gusta una mierda porque no las conoce".

Para resarcirse luego llegaron Afganistán, Hacia el huracán o Nataciones, hasta cerrar con su favorita, El tiempo en los Urales. De regalo, nos llevamos un intento frustrado de tercer bis, cuando ya los técnicos habían desconectado los micrófonos y un chiste bastante malo de Sergio Vinadé sobre abuelas y cenas de Navidad.

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