martes, 28 de junio de 2011

Crónica Dcode Festival, sábado

Dcode Festival
Sábado 25 de junio 2011
Complejo Deportivo Cantarranas, Madrid

Después de una jornada inaugural bastante gris, el segundo día del Dcode arrancaba con más afluencia de público y si cabe, más calor que el viernes. Los platos fuertes del festival, Kasabian, The Hives o Crystal Castles atrajeron a un sector más adulto que con cuentagotas iba llenando el recinto. La corta actuación de los valencianos Polock, de apenas media hora, en la que se echó en falta Fireworks sirvió de entradilla para que casi sin tiempo para buscar una sombra, Mucho comenzaran su actuación en el escenario contiguo. Aunque su estilo no es comparable con el de su banda raíz Sunday Drivers, sus temas carecen del gancho y de los estribillos pegadizos que acostumbraban a componer con Jero y su directo resultó bastante plano. A continuación Manel emocionaron a los que resistíamos estoicamente los casi cuarenta grados que caían sobre Madrid. Con un repertorio en el mezclaron temas de sus dos trabajos y su clásica versión del Common People, La gent normal brindaron una actuación cargada de clase y elegancia que justifica con creces su número uno en ventas, esa remota posibilidad de que la gente de este país tenga algo de buen gusto musical.

Una vez preparados la bateria y el bajo de Laura Mary Carter y Steven Ansell en el Escenario 1, Blood Red Shoes cumplieron con las expectativas de banda de unos cuantos hits resultones, pero poco más. Obviamente no se puede decir que su directo carezca de fuerza, más si cabe, teniendo en cuenta que son solo dos, pero desde luego no son el relevo natural de los White Stripes.

El turno para The Vaccines había llegado. "The next big thing" aupada desde Reino Unido por NME & co desembarcaba en España con ganas de reivindicarse. Defendieron de forma extraordinaria su album debut, cargado de temas pegadizos y frescos como If You Wanna o Ra Ra Ra y nos sorprendieron gratamente con la versión de los Standells, Sometimes Good Guys Don’t Wear in White, que paso por desconocida para la mayor parte del público.

The Hives se llevaron la palma como grandes animadores del festival, en buena medida gracias a la actitud, en muchos momentos bastante cargante todo hay que decirlo, de su frontman Pelle Almqvist. Autoproclamado como el mejor show en directo del mundo, cierto es que sus seguidores disfrutaron de los trallazos en forma de hits que soltaban los suecos y de la energía que derrocha su puesta en escena. Una vez terminados los bises de rigor en los que Pelle acabó entre los brazos del público, el agua que refrescó el cuerpo de los valientes de media tarde dio paso a una capa de barro que cubrió las piernas de las primeras filas. ¿Estabamos en Glastonbury o en Madrid?.

Nada más ver saltar al escenario a Tom Meighan y Sergio Pizzorno sabes Kasabian que son una de las bandas más grandes de Gran Bretaña. Tienen todo lo necesario para triunfar en las islas, actitud, himnos para corear pinta en la mano y la chulería para recoger el testigo de Oasis. En Madrid arrancaron su hooliganismo sonoro con Club Foot para trazar una línea ascendente en la que los temas de lo que seré su nuevo trabajo Velociraptor encajaron a la perfección. La versión del Misirlou de Dick Dale y el momento final de L.S.F fueron los puntos álgidos de su actuación. Bastante mejor que en el FIB del año pasado pero sin llegar a ser un concierto antológico.

A partir de ahí la noche no hizo sino ir en cuesta abajo con The Sounds empeñados en demostrar que su nuevo disco no es insufrible, que lo es, y con una actuación que rozó la vergüenza de la mano de Crystal Castles. Los suecos, o mejor dicho Maja Ivarsson, lo único aprovechable de su propuesta salvaron los muebles de lo que podía haber sido una débacle echando mano de sus trillados hits como Living in America o Tony the Beat.

Lo de Crystal Castles fue de traca. Lo tenían todo para haber cerrado el festival con una autentica locura pero no dieron la talla. Alice se peleaba por emitir algún tipo de chillido indescriptible por un micro que fallaba más que una escopeta de ferias, los miembros de seguridad se liaban a palos con los que protestaban por el bochornoso sonido y la presunta fiesta en la que se tenía que convertir en Escenario 1 se quedo en un pobre intento. La gran decepción sin duda del festival. A pesar de ello, al público, por lo general ya embriagado, le dio bastante igual y acabo dando todo lo que les quedaba.

Punto y final para un Dcode con una organización correcta en líneas generales, pero que deberá mejorar algunos detalles de cara a próximas ediciones.

Fotografía sin Photo Pass: Davit Ruíz

7 comentarios:

  1. SIn duda los mejores del día fueron The Vaccines y The Hives. Kasabian correctos y pese la decepcion de Crystal Castles, su momento Not In Love fue sublime

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  2. He visto a The Hives 3 veces y nunca decepcionan. Si vas a primera fila te llevas una púa asegurada, por lo menos jajaja

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  3. Bieeeen, lo de MUCHO me esta dejando atonito, a los medios grandes les lameran bien el lomo para que les piropeen tantisimo

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  4. "los miembros de seguridad se liaban a palos con los que protestaban por el bochornoso sonido"

    No sé de dónde te sacas eso, porque es totalmente mentira. Los miembros de seguridad se liaron a palos con gente que estaba molestando e incordiando a los demás y que además torearon a los de seguridad durante todo el concierto. Allí nadie se quejó del sonido, que ha sido siempre el mismo al menos en tres ocasiones en las que he visto a Crystal Castles.

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  5. Lo del barro tampoco sabemos de dónde se lo saca.

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  6. Lo del sonido no lo se porque estaba bastante atras... pero lo del barro es totalmente verdad y no solo yo sino la mitad de mis contactos de facebook que han subido fotos y parecen haber salido de Glasto

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