Alguien tuvo que inventar el concepto de culture jamming. Alguien tuvo que ser el primero en dejar en evidencia al todopoderoso Bono de U2. Alguien tuvo que cuestionar a las grandes discográficas, como Island Records. Alguien tuvo que promover Creative Commons cuando nadie daba un duro por ello. Todos estos logros, y alguno que otro más, son obra de Negativland. Quizás su nombre no te suene, pero una carrera de treinta años y más de 20 álbumes (entre discos de estudio, directos, EP’s y DVD’s varios, bien merece unas líneas).
Charlamos con Tim Maloney, uno de los últimos miembros en subirse al gran carro de la banda. Con él repasamos algunos de los puntos clave de su ideología y su carrera. Siempre comprometidos y contestatarios, han sido pioneros en eso del sampler, el mashup y el collage sonoro, además de dedicarse al videoarte como forma de expresión, unos históricos en esto de la cultura popular, vaya.
Creo que todos los miembros del grupo están muy concienciados y relacionados con la idea de la subversión. Sienten la necesidad de rebelarse contra los medios. Es la única forma de luchar contra ello. Yo también lo opino así, pero soy más pesimista al respecto. Siento como si la batalla estuviese ya perdida.
En el debate eterno (y a la vez más actual que nunca) sobre la necesidad o no de que los artistas se posicionen políticamente, ellos no dudan. No estoy interesado lo más mínimo en transmitir ningún tipo de valores a la audiencia. Si tratase de convencerles de algo, automáticamente rechazarían mi trabajo. Personalmente, también odio los sermones. En cualquier caso, por supuesto que me esfuerzo por mostrar situaciones complejas y emociones intensas. El vídeo es una de las herramientas de propaganda más potentes que hay, pero nunca se ha utilizado para transmitir a la gente las ideas adecuadas.
En definitiva, desde la banda, siempre han tratado de satirizar la cultura de masas promoviendo un punto de vista independiente y creativo. A nadie le interesa la comunicación en una sola dirección, y la mayoría de los artistas quieren expresarse, no solo recibir mensajes. Parte de la estética de Negativland surgió de la idea de utilizar aquello que tenían a su alcance. Cualquier cosa podía formar parte del disco, y así era. Esto incluía a los medios, que eran parte de sus vidas.
Evidentemente, su inspiración no vino de la nada, los años setenta fueron caldo de cultivo para la aparición de interesantes iniciativas en varios campos de la cultura. Quizás las mentes se despertasen a raíz de la Guerra de Vietnam (la primera que perdió Estados Unidos, en gran parte por la presión social y de los medios en su país), o puede que no, no estaba allí para corroborarlo. La cuestión es que nacen el Firesign Theatre, el Krautrock y triunfa William Burroughs. En este entorno Don Joyce acuña el concepto de Culture Jamming. A la historia pertenece ya la batalla legal entre los miembros del grupo e Island Records por apropiarse de la canción “But I still haven’t find what I’m looking for” remezclándola y publicándola en un disco llamado U2 (1991, Seeland Records), así bien grande en portada.
Lo que está claro es que muchos de los trabajos que se hacen hoy en día en la industria de la música y sus fronteras beben inconscientemente del trabajo de Negativland y otros pioneros. Sin embargo, las nuevas tecnologías no les han beneficiado especialmente. Cada día es más difícil. En la era pre-Internet había mucho menos material disponible y los trabajos interesantes destacaban fácilmente. Ahora estamos inundados. Todo el mundo cree que es DJ, diseñador web, estrella del rock o estrella del porno. Puedes estar haciendo algo muy bueno, pero ¿cómo se va a enterar la gente?
Quizás es por este creciente éxito de la música amateur, con plataformas como Myspace marcando el ritmo en las listas de éxitos, que no se reconoce a la gente más consagrada. La mayoría de integrantes de Negativland sacan muy poco dinero o nada. Están acostumbrados a vivir sin extravagancias.
<3
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