Austin (Tejas), aparte de ser cuna de personajes ilustres como Lance Armtrong, Andy Roddick, Ethan Howky y Tom Ford, siempre ha sido un núcleo incipiente de la actividad musical desarrollada al margen izquiero del Mississippi. Un largo elenco de artistas entre los que se ecuentran The Black Angels, 13th Floor Elevators o Big Boys convirtieron a la ciudad en un enclave obligado del sur estadounidense.
Será esta última banda, Big Boys, la que establezca los cimientos de una escena punk y hardcore en la ciudad. En ella despuntarán conjuntos como The Skunks, The Dicks, MDC y cualquier grupo de nerds que visitara con asiduidad rincones tales como Armadillo World Headquarters o Club Foot.
La última entrega de este ingente panorama tejano se llama Crooked Bangs. Su fórmula de punk rock almidonado con secuencias totalmente fuzz - muy cercanas a las de The Reatards y Royal Headache - ha dado como resultado su álbum debut de título homónimo. Como si de una escena del film de bikers Werewolves On Wheels (1971) se tratase, Crooked Bangs revive la rebeldía e indocilidad que tanto se precisa hoy día en cualquier perspectiva.
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