Se notaba el viernes y se notaba que se abría el acceso al escenario Budweiser, había más gente agolpada en la puerta que el día anterior y las cabezas de cola estaban ocupadas por los fans de Mika, facilmente identificables ya que eran los únicos con láminas y purpurina dorada en la piel. Algún que otro fan de OK Go y unos pocos de Dos Bandas y un Destino. Hasta la hora de apertura del escenario, donde actuarían Sidonie, Ok Go y Vetusta Morla entre otros, teníamos tiempo para tumbarnos de la zona lounge del recinto y decidir los grupos a ver.
Llegaron las 19:45 y Sidonie se encargaba de estrenar el escenario Budweiser que ya presentaba una afluencia de público notable pese a ser aún pronto. Los de l'Hospitalet ofrecieron un repertorio algo flojo y diferente de lo habitual, tocando por ejemplo 'Sidonie Goes to Varanasi' y olvidándose de 'Sylvia', cosa que extrañó a los asistentes. Abusaron de las canciones en inglés de los primeros álbumes pero sí que ofrecieron 'Costa Azul', 'El Incendio' o 'Giralunas', en la que ayudó el público. Cómo más tarde harían otros grupos, mandaron un cálido saludo a Tachenko y a Micah P.Hinson y mucho ánimo tras accidente sufrido hace unos días cuando iban camino a un nuevo concierto. Antes de bajarse del escenario, ofrecieron un adelanto de su nuevo disco, llamado Sicodelia, con la canción 'El Bosque'.
Tras ellos, aparecieron cuatro hombres, cada uno de ellos vestido de uno de los colores del parchís y la gente empezó a corear OK Go. Los americanos ofrecieron un concierto muy entretenido, pendientes de que el público no se aburriese ni dejase de saltar, y con canciones tan pegadizas y sonadas como 'Get Over it' no iba a ser menos. Además de un gran directo, la banda ofreció entretenimiento sin parar: cañones de confeti que eran disparados canción tras canción, constante juego de luces y focos, e hicieron subir a un grupo de cuatro jóvenes que realizaron a la perfección la coreografía de 'A Million Ways' encima del escenario, lo que fascinó al público que acabó regalándoles así una tremenda ovación. El líder del grupo llegó a sumergirse entre la multitud, dejando a todos boquiabiertos e incrédulos demostrando que no sólo son una banda de estribillos pegadizos y vídeos tan trabajados como originales.
Llegaban Vetusta Morla, uno de los conciertos más esperados sin duda por muchos de los madrugadores que se pegaron la carrera para estar en las primeras filas. Tras una pequeña cortina de humo y un foco direccionado al micro de Pucho, empezó a sonar 'Los Días Raros' para más tarde seguir repasando algunos temas de su último disco, Mapas. Esta fue la primera parte del concierto, algo más suave que la que vendría después con canciones como 'El Hombre del Saco' o 'Valiente', que consiguió hacer saltar a las miles de personas que nos encontrábamos allí. El vocalista, recordó que hace dos años ya estuvieron en el Low Cost y que era digno de admirar la organización del evento y cómo había crecido, tal y como Supersubmarina dijo el día anterior. Acabaron el corto concierto con 'La Cuadratura del Círculo', y con un Pucho muy revolucionado, bajando a pie del escenario para correr de un lado a otro, mezclarse con los fans y dar brincos en una canción que no acababa.
Nos dirigimos al escenario Low Cost para poder ver un poco de Catpeople y al menos nos dio tiempo a disfrutar de sus mejores canciones cómo 'Radio' o 'Mexican Life'. Más tarde, los gallegos firmaron y repartieron copias de su último disco de forma gratuita, con lo que nos hicimos con un par, un detalle que pocos grupos se atreven a llevar a cabo.
En el escenario Budweiser se cocinaba el último de los platos fuertes que llenaría todo de colores, sonrisas, porque era el turno de Mika. Y es que cuando empiezas con un éxito cómo 'Relax', el concierto sólo puede ir a mejor porque el público ya está ganado. El cantante no paró de animar en un notable castellano y tampoco paró de transmitir ese buen rollo que le caracteriza, no había lugar a una canción que no hiciese cantar y bailar. Hasta se atrevió a torear y estocar a cada uno de los miembros de su banda para entrar ya en la última parte del concierto con sus canciones de radioformula cómo 'Lollipop' o 'Grace Kelly'. Gusten o no sus canciones, el joven libio dio todo y más, cómo debe ser.
Mientras tanto, si te asomabas por las gradas del campo de fútbol donde estaba alojado el Budweiser, escuchamos a Crystal Castles en el otro escenario. Tuvimos la suerte de escuchar unos pocos de temas, entre ellos el genial 'Baptism' y sólo con ver la marea humana que no paraba de saltar y moverse al son de su música se podía medir la calidad de aquel directo.
Por razones personales alli acabo nuestro viernes con Alice Glass despidiendose encantada del festival de Benidorm y con la amargura de perdernos a Cut Copy...
Tras ellos, aparecieron cuatro hombres, cada uno de ellos vestido de uno de los colores del parchís y la gente empezó a corear OK Go. Los americanos ofrecieron un concierto muy entretenido, pendientes de que el público no se aburriese ni dejase de saltar, y con canciones tan pegadizas y sonadas como 'Get Over it' no iba a ser menos. Además de un gran directo, la banda ofreció entretenimiento sin parar: cañones de confeti que eran disparados canción tras canción, constante juego de luces y focos, e hicieron subir a un grupo de cuatro jóvenes que realizaron a la perfección la coreografía de 'A Million Ways' encima del escenario, lo que fascinó al público que acabó regalándoles así una tremenda ovación. El líder del grupo llegó a sumergirse entre la multitud, dejando a todos boquiabiertos e incrédulos demostrando que no sólo son una banda de estribillos pegadizos y vídeos tan trabajados como originales.
Llegaban Vetusta Morla, uno de los conciertos más esperados sin duda por muchos de los madrugadores que se pegaron la carrera para estar en las primeras filas. Tras una pequeña cortina de humo y un foco direccionado al micro de Pucho, empezó a sonar 'Los Días Raros' para más tarde seguir repasando algunos temas de su último disco, Mapas. Esta fue la primera parte del concierto, algo más suave que la que vendría después con canciones como 'El Hombre del Saco' o 'Valiente', que consiguió hacer saltar a las miles de personas que nos encontrábamos allí. El vocalista, recordó que hace dos años ya estuvieron en el Low Cost y que era digno de admirar la organización del evento y cómo había crecido, tal y como Supersubmarina dijo el día anterior. Acabaron el corto concierto con 'La Cuadratura del Círculo', y con un Pucho muy revolucionado, bajando a pie del escenario para correr de un lado a otro, mezclarse con los fans y dar brincos en una canción que no acababa.
Nos dirigimos al escenario Low Cost para poder ver un poco de Catpeople y al menos nos dio tiempo a disfrutar de sus mejores canciones cómo 'Radio' o 'Mexican Life'. Más tarde, los gallegos firmaron y repartieron copias de su último disco de forma gratuita, con lo que nos hicimos con un par, un detalle que pocos grupos se atreven a llevar a cabo.
En el escenario Budweiser se cocinaba el último de los platos fuertes que llenaría todo de colores, sonrisas, porque era el turno de Mika. Y es que cuando empiezas con un éxito cómo 'Relax', el concierto sólo puede ir a mejor porque el público ya está ganado. El cantante no paró de animar en un notable castellano y tampoco paró de transmitir ese buen rollo que le caracteriza, no había lugar a una canción que no hiciese cantar y bailar. Hasta se atrevió a torear y estocar a cada uno de los miembros de su banda para entrar ya en la última parte del concierto con sus canciones de radioformula cómo 'Lollipop' o 'Grace Kelly'. Gusten o no sus canciones, el joven libio dio todo y más, cómo debe ser.
Mientras tanto, si te asomabas por las gradas del campo de fútbol donde estaba alojado el Budweiser, escuchamos a Crystal Castles en el otro escenario. Tuvimos la suerte de escuchar unos pocos de temas, entre ellos el genial 'Baptism' y sólo con ver la marea humana que no paraba de saltar y moverse al son de su música se podía medir la calidad de aquel directo.
Por razones personales alli acabo nuestro viernes con Alice Glass despidiendose encantada del festival de Benidorm y con la amargura de perdernos a Cut Copy...
Crónica y fotos por Javier Hortelano Castillo
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