00:00 de la noche y Lori Meyers aparecían puntuales luciendo sus pantalones pitillos, sus camisas blancas y sus corbatas y chaquetas negras, pretendiendo ser verdaderos caballeros. El tracklist estaba lleno de clásicos de sus tres primeros trabajos, cómo 'Mujer Esponja', 'La búsqueda del rol' o 'Luciernagas y Mariposas' ,pero la gente se dejaba más la piel cantando y bailando los estribillos pop de su último disco, una lástima, pero triunfa. Noni acabó dándolo todo, hasta la camiseta, en el último tema, 'Alta Fidelidad', donde bajó a pie de público y empezó a correr de un lado a otro. Lo que pasa es que el granadino no vio los cables en el suelo y acabó rodando delante de un servidor, lo que fue la anécdota de la noche sin duda y aprovecho para improvisar una nueva linea ; “la ostia que me he dado es culpa de la genteee” con la canción de fondo, y hasta él mismo se reía en twitter horas después.
Tras acabar Lori, los técnicos se apresuraban en montar una gran infraestructura en forma de escalera gigante para que se llevara a cabo la particular puesta en escena de Fangoria.Unas escaleras doradas, Nacho Canut a un lado, y Alaska, embutida en un vestido plateado una talla más pequeña, daban comienzo al show al más puro estilo vedette, con bailarines fibrosos y algo afeminados y dos vedettes más (una de esas vedettes era Susana Reche,conocida por Crónicas Marcianas,aquel programa) que bailaban al son de canciones cómo 'Retorciendo palabras' . Alaska tiró de clásicos cómo 'Ni tu ni nadie' que atrajo a jóvenes y no tan jóvenes hasta hacerles bailar y cantar canciones de esas que aprendes con tanta verbena estival. Fue un concierto de los más divertidos y con mejor montaje.
Nos quedaban pocas fuerzas, eran las 3:20, pero algunos teníamos ganas de 'Cientocero',y aunque se retrasaron un poco, Supersubmarina se subió al escenario. Los de Baeza incluyeron esa noche los cuatro últimos temas que lanzaron apenas un mes, comenzando con 'Kevin McAllister', lo que nos pilló por sorpresa. 'Ana', 'LN Granada' y 'Cientocero' hicieron bailar a los noctámbulos que estábamos allí, pero por si acaso, activaron los aspersores del campo para que nos despejásemos. Qué majos.
Nos despedimos así del recinto expectantes de un segundo día encabezado por Vetusta Morla para el que íbamos a necesitar fuerzas.
Crónica y fotos por Javier Hortelano Castillo
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