San Miguel Primavera Sound
Parc del Forum, Barcelona
Viernes 1 de junio de 2012
La segunda jornada del Primavera Sound pasará al recuerdo por el extenso concierto de The Cure. Las casi tres horas que duró su actuación dejaron en segundo plano a nombres como Girls, M83 o The Rapture.
The Chameleons pelearon con su post punk gélido contra el
sol de rigor que abrasaba el escenario Ray Ban. Liderados por un Mark Burgess
en un decente estado de forma, homenajearon a su Manchester natal con un
repertorio en el que se echó en falta las imprescindibles Don’t Fall y Up the
Down Escalator. El final con Second Skin en el que Burguess acabó vaciándose sobre el
público hizo que mereciera la pena aguantar estoicamente el calor vespertino.
El directo de Girls va camino de convertirse en un valor
seguro, de esos que nunca fallan. Los californianos transmiten esa sensación de banda con personalidad propia
que tan difícil es conseguir en los tiempos que corren. A diferencia de su pasada actuación en el Primavera Club madrileño,
la banda liderada por Christopher Owens sorprendió añadiendo a su espectáculo tres
coristas que pusieron los pelos de punta a más de uno tomando las riendas de la emotiva Vomit.
De
vuelta al escenario Pitchfork comprobamos que los problemas de sonido seguían
haciendo imposible ver allí algo en condiciones. The War on Drugs no fueron una
excepción y firmaron un concierto gris mermados por una pobre ecualización. Para entonces, Robert Smith había
comenzado la primera de las tres horas que duró su recital. No sería
arriesgado afirmar que tres cuartas partes del aforo se dio cita en el escenario
San Miguel para disfrutar de una actuación solamente al alcance de colosos. The
Cure rebuscó entre su extenso repertorio para combinar clásicos coreados hasta por los no
fans (Just Like Heaven, Friday I’m In Love) y rarezas olvidadas como Dressing
Up y Fight que tocaron la fibra de sus incondicionales. Más de treinta
canciones y tres bises son el saldo de un apoteósico show que puso a prueba la
resistencia del respetable.
Un buen puñado de los que no sobrevivieron a Smith y los
suyos se congregaron en el Mini para una dosis de mala leche y rebeldía a cargo de Wavves.
Por desgracia siguen estando tan verdes como hace un año, perdiéndose
entre la suciedad de sus melodías. En clave de revival noventero su versión de
100% de Sonic Youth resultó notable.
Sin cambiar de escenario, y tras una larguísima espera, M83
cumplieron con las expectativas erigiéndose como uno de los nombres en mayúsculas de la noche. La fórmula épica de Hurry Up, We Are Dreaming conquistó a un público entregado y con ganas
de fiesta tras la soporífera recta final que se marcó The Cure. Midnight City fue el
revulsivo para levantar el ánimo general hasta acabar siendo coreada casi sin quererlo.
Siguiendo el guión imaginado, How Deep is Your Love, el otro himno imprescindible de 2011, echó
el telón del escenario grande con unos The Rapture que demostraron ser grandes animales
del directo.
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