La verdad es que no se me ocurre otra cosa que inmolarme en público. Reconozco que admiré el "No se cómo te atreves" del agónico Jota Planetas con La Bien Querida, pero desde la distancia, como siempre, evitando cualquier forma de adherirme a la causa planetera y sobre todo al ruinoso, penoso y triste panorama del pop español. Y lo de La Bien Querida cantando con Jota me parecía otro giro más al folclore del sonido Planetas, ella me resultaba una de esas jipis andaluzas con pelos en los sobacos, faldas por los tobillos y un troncho de pelo sucio colgando de la nuca. Lo de utilizar el folclore andaluz, además, me ha parecido siempre de un casposo y de un cutre que he obviado por puro instinto de conservación todo lo que huele a fusión indifolclórica. Y una de esas noches que no sabes muy bien que escuchar, que miras y remiras la colección de discos, mp3 y demás formatos y no encuentras nada que realmente te apetezca oir cae, de total casualidad el nuevo de La Bien Querida Fiesta, publicado el 7 de Marzo, vamos, ayer como quien dice.
Como digo, no sabía absolutamente nada de esta señorita más allá del "No se cómo te atreves", ni siquiera que es bilbaina. Recordaba vagamente que Rockdelux la adora, cosa que muchas veces es como para desconfiar, más aun cuando convierten su anterior trabajo en mejor disco del año. Para colmo Mondosonoro, que definitivamente es muy poco de fiar en casi todas las materias, también pensó lo mismo y ambas eligieron Romancero, como disco nacional del año. Leo por ahí también que forma parte del catálogo de Elefant Records, que antaño, junto con Siesta, eran mis gurús del pop español pero que últimamente no han hecho más que decepcionarme. Así que, guiado por mis benditos prejuicios la he obviado todo este tiempo, agarrándome a todos esos argumentos más o menos válidos (para mi son todos muy válidos, desde luego) y metiéndola en un saco que… que ahora que me he parado a escucharla creo que en absoluto se merece.
Fiesta es mucho más que eso, es una delicia absoluta, desde el primero al último corte; puede que me sobre un poco "Cuando el amor se olvida", aunque eso es una mera consideración personal. A simple ‘oída’ parece una de esas poperas ñoñas y rancias de toda la vida, esas que llevan ropa interior de abuela y total look más de abuela aun, cantándole a unos desamores que no se explica (y que se explicarían fácilmente si tuvieran un buen par de espejos en casa), pero de pronto le encuentras que hay mucho más, le encuentras una amargura y un dolor que tampoco se ha molestado mucho en ocultar que le dan una profundidad gigantesca y abismal a cada canción. Y entonces me encuentro con otro prejuicio que, puntualmente, tengo que meterme en donde nunca da el sol, porque percibo la fusión, la mezcla entre oscuridad del norte y alegría del sur, y joder, me encanta y me engancha sin remedio al disco. Y todo eso lo consigue en dos canciones, las dos primeras, "Noviembre", que ha pasado en tres escuchas de ser una canción totalmente desconocida a ser parte de mi colección de ‘canciones necesarias’ y "Hoy", el primer single de este discazo, cuyo video pongo a su disposición aquí abajo y recomiendo con fervor.
Lo que sigue a estas dos maravillas es ruido (permanente e imprescindible) y melodía, tristeza pop, unas letras que se te cae el alma al suelo y una sensación final de elegante vacío, de estética del fracaso emocional y de positivo pesimismo que no recordaba tener desde que a Irantzu Valencia le diera por tener familia numerosa y me dejara sin La Buena Vida . Ahora entiendo que Jota haya querido tenerla cerca. Olé tus arrautxus AnaFernándezVillaverde. Y gracias a los prejuicios musicales, que tantas veces acaban por dejarme con cara de imbécil cuando me descubro a mi mismo que no podía estar más equivocado.
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