lunes, 28 de noviembre de 2011

Crónica San Miguel Primavera Club (Madrid) Parte I

San Miguel Primavera Club
22 y 23 de noviembre 2011
Salas Caracol y Joy Eslava

El San Miguel Primavera Club 2011 dió el pistoletazo de salida el pasado martes con las actuaciones de Little Barrie y Charles Bradley.
El hecho de llevar más de diez año en este negocio no evita que Little Barrie parezca sobre el escenario un grupo tercera división del brit pop trasnochado y tardío. Su repertorio fue lineal y careció de gancho alguno, pero sin lugar a dudas lo más irritante de su concierto fueron las continuas y estudiadas poses de un Barrie Cadogan que parecía una caricatura defectuosa de Bobby Gillespie.

El mal sabor de boca que dejaron los británicos se evaporó desde el primer momento en que Charles Bradley y su banda salieron al escenario de la Caracol. Su combinación de soul y funk respaldado por un chorro de voz mayúsculo repleto de sentimiento puso patas arriba al respetable . The Screaming Eagle of Soul exhibió su magnetismo y carisma con cada uno de los movimientos que efectuaba a ritmo de los cortes de No Time For Dreaming (2011.Daptone Records).
El sexagenario soulman pintó de negro el Heart of Gold de Neil Young y tras una presentación de la banda que se alargó demasiado, despidió su show emocionado y entregado regalándosos una memorable 'Why Is It So Hard?'.

La segunda jornada del festival calentó motores desde temprano con unos correctos Los Eterno que congregaron desde primera hora a un buen número de espectadores.
A continuación, la sala Joy Eslava recibía por primera vez en Madrid el directo de los prometedores Spectrals. La banda liderada por el post adolescente Louis Jones no estuvo a la altura, y su directo resultó carente de cualquier sentimiento. Pese a que su primer EP y su debut Bad Penny (2011.Slumberland Records) recoge un puñado de temas subrayables, lo mostrado en la media hora larga que duró su concierto no hizo justicia a las buenas maneras que apuntaban sendos trabajos. Su paso por este Primavera Club manifestó que aún están muy verdes para torear en estas plazas. Decepcionantes.

Un veterano de guerra como R. Stevie Moore fue el encargado de cerrar el segundo día. Su amplísima discografía repartida entre más de treinta años de carrera ofrecían motivos suficientes como para quedarse a verle. Moore cuenta a su favor con el saber hacer que proporciona esta experiencia y con un evidente halo de genio incomprendido, sin embargo su presencia sobre el escenario de Joy Eslava se tambaleó entre la estrecha línea que separa lo genial y el engaño. Quienes vieron frente a ellos al padre del lo-fi y a una figura fundamental del underground disfrutaron de una actuación ecléctica e irrepetible, para aquellos poco iniciados en su trabajo pudo parecer una locura cualquiera de un anciano músico inquieto. En estos casos la percepción de cada cual juega un papel fundamental y no hay termino medio, o le odias o le adoras.

1 comentario:

  1. "Spectrals. La banda liderada por el post adolescente Louis Jones no estuvo a la altura, y su directo resultó carente de cualquier sentimiento. Pese a que su primer EP y su debut Bad Penny (2011.Slumberland Records) recoge un puñado de temas subrayables, lo mostrado en la media hora larga que duró su concierto no hizo justicia a las buenas maneras que apuntaban sendos trabajos. Su paso por este Primavera Club manifestó que aún están muy verdes para torear en estas plazas. Decepcionantes."

    AMEN

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