El pasado 13 de noviembre se lanzó al mercado el disco en vivo de Sonic Youth, Smart Bar Chicago (2012. Goofin' Records). Tal y como anunciamos hace más de un mes, el material recogería la bandada de canciones que los neoyorquinos interpretaron en aquel oscuro antro en 1985, cuatro años después de su formación.
La costa este estaba narcotizada desde finales de los años setenta por el hardcore punk fermentado en Washington DC al calor de conjuntos como Bad Brains, Government Issue, Minor Threat o The Faith. El enjambre de compases acelerados y el estilo de vida "hardcoreta" había estigmatizado a cierta parte de la juventud, pero también la estaba arrastrando a la indolencia y la apatía.
En San Francisco, unos tal Flipper comenzaron a experimentar con melodías más pausadas y distorsionadas. "Esa mierda sonaba jodidamente ruidosa", llegaría por aquellos días a confesar un adolescente Buzz Osborne, fundador de los embrionarios Melvins. Unos cuantos periodistas locales, que estaban bastante empapados en toda la escena alternativa de Tejas, encabezada por grupos como Scrath Acid y Butthole Surfers, decidieron apodar como "noise"al sonido que escupía Flipper - aunque el orígen del noise como tal es motivo de debate entre la generalidad de los críticos especializados-.
El establishment mediático de la época no se hizo esperar. Revistas como Spin, acojonadas por el rebufo de un tren que había partido sin ellos a bordo, se adelantan a escribir que Flipper eran poco más que unos yonkies con problemas hormonales que cantaban sobre polvos mal echados y cerveza barata. Pese a todo, la moneda ya estaba echada. El noise empezaba a hacer mella en la clase obrera estadounidense más alejada de la pocilga synthpop y new romantic que asolaba las radios mainstream.
Es en este contexto cuando Sonic Youth, con un par de LPs a sus espaldas, actúan en el Smart Bar de Chicago. Con Bad Moon Rising en la mollera y con los años noventa todavía sin llamar a la puerta; Goo (1990. DGC Records), Dirty (1992. DGC) y sobre todo Washing Machine (1995. Geefin Records) quedaban lejo; Thurson Moore y los suyos forjaban su leyenda en bares de dudosa calidad sanitaria como el Smart de Chicago.
Dale un repaso a Smart Bar Chicago 1985, disco en vivo de Sonic Youth, pinchando aquí.
@MiguelSnchez8
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