martes, 23 de marzo de 2010

CRÓNICA OCEAN COLOUR SCENE (HARD ROCK CAFÉ MADRID) 22-03-2010

Pocos eramos los que anoche podíamos presumir de tener un dos como primera cifra de nuestra edad, y es que los noventa no han pasado en balde para nadie, y los años van pesando poco a poco. Muchos de aquellos adolescentes que disfrutaron de la etapa dorada del brit pop y que terminaron por rayar a escuchas el Moseley Shoals allá por 1996 se congregaron anoche en un lugar poco común para un concierto, una pequeña carpa frente la plaza de Colón de Madrid, para volver en cierta manera quice años quice años atrás... Pero bueno, la ocasión benéfica así lo requería y con un ambiente un tanto extraño ante las miradas de señoras sorprendidas por la cola, Ocean Colour Scene se disponía a ofrecer un concierto eléctrico pero de carácter íntimo por el reducido aforo del lugar. Fowler, Cradock y compañía debieron pensar que había que empezar fuerte ante esta situación que mejor manera para encender al público que el punteó de The Riverboat Song. Este arranque frenético, continuó con Mrs. Maylie el single de su nuevo trabajo demostrando que OCS siguen en plena forma. Y es que siendo sinceros llegaba a este concierto sin haber escuchado apenas el single y poco más de Saturday, pero sorprendentemente las nuevas canciones en directo no decepcionaron y no hicieron bajar el nivel general del show en ningún momento. Continuaron mezclando temas nuevos (Magic Carpet Days) con antiguos como el magnífico The Circle o It's My Shadow y pasando por alto su penúltimo disco On The Leyline.

Fowler, a pesar de su frialdad característica, no dudó en acordarse de los veteranos de guerra que los vieron en la sala Aqualung hace ya más de diez años y de pedir la colaboración del público en temas como Profit in Peace (su estribillo fue sin duda de los más coreados), Saturday o Traveller's Tune. Uno de los momentos más esperados por todos llegó con la interpretación acústica en mano por parte de Simon Fowler de Robin Hood, rematada con un pequeño guiño final a Live Forever de Oasis. Los bises llegaron con 100 Hundred Mile High City, y pusieron el broche perfecto a la noche con un himno con mayúsculas de toda una generación, The Day we Caught the Train fundió las voces de jóvenes, viejos, hombres y mujeres que se fueron a casa con la sensación de haber visto a verdaderas leyendas.

7 comentarios:

  1. estupendo! a mí me encantó el concierto!

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  2. tremendos sin mas una de las bandas mas grandes que hay y habra come on ocean colour scene.royal mods army

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  3. Esta noche voy a verlos en Barcelona!
    Qué ganas!

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  4. Cosas malas del concierto:
    - Sólo duró una hora de reloj
    - Se retrasaron media hora

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  5. Conciertazo irrepetiple para un grupillo, que a fin de cuentas éramos los que estábamos allí.
    Como dije Luis Manuel, lo malo el retraso y que detrás tocaba Loquillo, lo que acortó el concierto, pero creo que duró sobre 1 hora y cuarto.

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  6. Un pequeño matiz, hay algunos que ya no cumplimos los cuarenta y que los vimos ya la primera vez en la sala Revolver, justo al sacar el Moseley Shoals (el seguir a Weller te adelanta en muchas cosas)

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