
La última edición de los NME Awards nos ha dejado una amarga resaca de polémicas y más que discutibles decisiones. Más allá de que Muse haya ganado como Mejor Banda Británica por delante de Foals o Kasabian, más allá de que Paul Weller se haya visto superado por Laura Marling como mejor solista; Matt Bellamy ha sido elegido, por cuarta vez, hombre más sexy. Bromas a parte, probablemente lo más impactante de esta edición ha sido el triunfo rotundo de My Chemical Romance, que por lo visto siguen vivos y no se cortaron las tras The Black Parade. Gerard Way y los suyos han superado nada más y nada menos que a los canadienses Arcade Fire en las categorias de Mejor Banda Internacional del Año y Mejor Video.

Si todo este cúmulo de despropósitos musicales te parece poco, Hurts han obtenido el galardón de mejor banda novel por delante de The Drums, Two Door Cinema Club o Beady Eye y, atención a este punto, Lady Gaga ha sido elegida Héroe del Año... ver para creer.
Los únicos destello de coherencia de esta edición los encontramos en las elecciones de Spanish Sahara como mejor canción y The Suburbs como Mejor Álbum del Año.