Milo Goes To Compton (2012.Art Fag Recordings), la opera prima de la artista de Oakland Colleen Green, ha llegado a los estantes de música españoles. El disco, que parafrasea irónicamente el título que The Descendents dieron a su fabuloso álbum debut Milo Goes To College (1982. New Alliance), vio la luz la semana pasada en Estados Unidos. Después de meses de presentación de sencillos y vídeos, por fin el flamante trabajo de la nueva estrella del noise-pop se ha posado en el Viejo Continente.
Las ocho pistas que forman parte de este largo son todo un desfile de garage, lo-fi y rock psicodélico en toda regla. A pesar del eclecticismo que generó su Ep Cujo (2011.Art Fag Recordings), la virtuosidad de los riffs garabateados que destiló en sus prematuras composiciones - verbigracia U+Me, Rabid Love o Jesse Has A New Girl - fueron solo la primera pidera angular de lo que Green pretendía fabricar.
La estadounidense no ha cambiado el choped por caviar, como diría Juanita (la de los Feos), más bien todo lo contrario, ha sabido mantener la línea de Cujo pero dando una vuleta de tuerca más. Exitazos como Goldmine, Good Good Things, I Wanna Be Degraded (pequeño guiño al I Wanna Be Sedated ramoniano) o Worship You suponen el 'Macguffin' para que los elogios y los aplausos sigan ensalzando su breve y resplandeciente dsicografía. Milo Goes To Compton es uno de los álbumes a tener en cuenta este primer trimestre de 2012.
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