Crónica San Miguel Primavera Club 2010
Madrid - Sábado 27-11-2010
Tras tomar la siempre
difícil decisión de dejar de asistir al emotivo concierto de un genio como
Edwyn Collins, decidimos acudir desde primera hora al Círculo de Bellas Artes para comenzar el día grande de esta edición.
Comenzaron unas
Agent Ribbons que con su arriesgada propuesta de
batería y guitarra sirvió de
warming up para lo que se avecinaba. Pero poco más, la actuación de las tejanas supo a poco y cabe destacar de ella la preciosa voz de
Natalie Gordon.
Hablando de belleza y preciosidades en general, no podemos pasar por alto a
Smokie Fairies, que fueron las segundas en pasar por la sala de las columnas del Círculo. Este dúo compuesto por las dulces voces de
Katherine Blamire y
Jessica Davies nos dejó cuarenta minutos
omnubilados aun no sabemos si por su música o por razones estéticas. Su propuesta
folk con
raices sureñas arrancó bastantes aplausos y pese a coincidir en horarios con
Edwyn Collins consiguió llenar la sala.
A las 23.30 llegaba el turno para,
probablemente, los cabezas de cartel del festival. Los escoceses
Teenage Fanclub llegaron dispuestos a ganarse a sus incondicionales desde el primer minuto, y desde luego lo consiguieron,
Start Again abrió la noche y marcó la línea que seguiría el resto del concierto. Para disfrute de todos, pasaron de puntillas por su último disco,
Shadows, del que destacó el coreado single
Baby Lee, y rescataron clásicos
atemporales como
Don't Look Back,
I Don´t Want control of You,
Mellow Doubt,
I Need Direction ... Con una sonrisa perpetua
Norman Blake ejecutaba con su guitarra algunas de las más perfectas melodías del
pop de las últimas décadas hasta llegar a las esperadas
Sparky's Dream y
Everything Flows. Brillantes a pesar de las
limitaciones acústicas del recinto dejaron felices y satisfechos (pese a olvidarse de
Radio, Planets o
What You do To Me) a su entregada legión de seguidores.
Suponemos que tocar a las 02.00 de la mañana y tras uno de los grupos más importantes de los noventa no debe ser fácil, pero a Triángulo de Amor Bizarro pareció no importarle demasiado y reventó literalmente la sala.
Por primera vez en los cuatro días de festival la gente pareció pasárselo realmente bien, saltó, empujó y levantó sus pies del suelo al son de temas como El Himno de la Bala, El crimen: como Ocurre y como Remediarlo y por supuesto la siempre coreada De la Monarquía a la Criptocracia. Subieron los decibelios de la sala y su espectáculo de guitarrazos distorsionados, poderosos ritmos de bateria concluyó con una peculiar cover del Lento de Julieta Venegas que sorprendió al mismo tiempo que gustó a propios y extraños.